viernes, agosto 14, 2009

MUERTE SÚBITA de Conrad Aiken

Este poema de Conrad Aiken fue traducido por Jorge Luis Borges para el número 3 de la revista Grecia, publicado el 20 de febrero de 1920 en Sevilla.

Sin sutilezas ni grandes metáforas, es un texto brutal, y no cuesta imaginar lo que llamó la atención del joven Borges.

MUERTE SÚBITA

Es la número cuatro -la chica de rubios cabellos,
La chica que al ser operada murió en la mesa...
Ya su cuerpo azulado destaca en el mármol luciente;
Al abrir la garganta el acero descubre las venas...

El que tuvo a su cargo la máscara de éter, recuerda
Esos ojos, los ojos azules que el miedo agrandara
Y cómo en su pecho se inquietó el aliento
Y cómo en su pecho el aliento subió y bajó,
Cómo quiso apartar la cabeza y los fútiles gestos
Que sus manos hicieron y cómo de pronto su cuerpo desnudo
Tendióse en la muerte.
Y todos los sueños errantes por nervios y venas
Hallaron de pronto una valla fatídica y ciega.

1 comentario:

Pablo S. Fernández dijo...

Hola Nicolás! Como estás?
Me llamo Pablo, soy ilustrador y dibujante, estaba buscando información para contactar a Vicente Ros y me encontré con tu pagina. Te felicito por tus textos y por el diseño de la paginaweb. saludos.